Saturday, May 10, 2014

En qué se han convertido? Una clase de hoy me ha hecho reflexionar a fondo.

Recuerdo que hace un año la gente de mi facultad se veía tan transparente, tan agradable. Ahora me cuesta creer que alguna vez fue así. Parece una copia idéntica de cómo terminó mi promoción del colegio. Qué horrible tener clases en un salón en el que se puede cortar la tensión con un cuchillo, en el que la envidia es palpable incluso entre esos que parecen ser los mejores amigos y que hacen todo juntos.

Ya no sé ni en quién se puede confiar. Parte del miedo de hablar con gente nueva tiene que ver con esa hipocresía y competitividad extrema que he podido apreciar durante las últimas seis semanas. Es como si cada uno estuviera preparándose para aplastarlos a todos, a darles la espalda a la primera oportunidad que se presente. Y no me sorprendería que así pasara.

Murmullos, chismes, rumores, altanería, insolencia, maleducación.

Todo eso se me viene a la mente y no sé si me sienta a gusto con estas personas el resto de tiempo que me tocará pasar con ellos. Será por eso que piensan que todos los abogados son un asco como seres humanos? A todos los destruye la ambición por sobre salir? Por conseguir el mejor trabajo o la mayor cantidad de contactos? Estoy harta de la gente que cambia para agradarle a ciertas personas y de aquellos que prefieren aparentar tener o ser cosas que no son. Repudio la hipocresía. No me siento mal por mostrarme como soy, no pienso fingir para ser otra envidiosa, otra falsa, otra mentirosa más.

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