Friday, August 9, 2013

Supongo que más de una vez nos hemos interesado en una persona que no nos conviene en lo absoluto. Tendemos a creer que esa persona nos dará su confianza y podremos escucharlos y ayudarlos a resolver sus problemas. Sobre todo, pensamos que eventualmente cambiaremos a esa persona. Que de alguna manera él o ella llegará a ser lo que nosotros consideramos "perfecto" para cada uno. Puede que a veces este cambio que tanto esperamos sea positivo. Sin embargo, hay algo que nunca debemos olvidar. Las personas pueden cambiar, pese a quien le pese. Pero nadie puede cambiar a menos que en verdad quiera hacerlo, y este es un detalle que muchas veces es olvidado. 


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